Noviembre 24, 2020
UN AMOR SIN LÍMITES
TESOROS ESPIRITUALES
Esta época del año siempre está llena de recuerdos, buenos y malos momentos que sin lugar a duda nos ponen a prueba y a veces también nos recuerdan lo vulnerables que somos como seres humanos; como si la vida intentara traernos constantemente de una realidad en la que sientes que estás flotando pero todo está bajo control. Fueron esos días los que me enseñaron el significado de las palabras "nada es para siempre", aun cuando damos por sentado que todo lo podemos controlar, que somos invencibles y que podemos con todo lo que el mundo nos arroje; claro que podemos pero siempre será más fácil hacerlo si nuestra conexión espiritual es el amor mas grande que nos acompaña; la ventana del alma.
Sin duda Nala era la ventana de mi alma, podríamos hablar horas e incluso le preguntaba cosas, era mi conexión espiritual; esa que me conectaba con mi interior y aunque en su idioma perruno jamás podría responderme, su aliento lo aclaraba todo.
A veces pienso que cuidaba de mí más que yo de ella, perderla fue el dolor más grande que he podido sentir, me desconecte de mi ser y trabaje, todos se preocuparon por cómo íbamos a seguir; una empresa en crecimiento, mis chicos perrunos, y yo sin ella. Mi única respuesta era trabajar, no quería pensar, no quería sentir, no quería saber que ya no estaba, incluso cuando estaba por todas partes, cada foto, cada vídeo, pensé cambiar todo guardar su recuerdo, pero es imposible tapar con un dedo un amor tan grande. E intenté seguir aún cuando cada día en mi interior su recuerdo dolía, me acostumbre a escuchar su nombre, a responder las preguntas sobre ella, todo de la forma más fuerte que podía, e intenté seguir con Bru y Violeta, pero desde el lugar que sea donde se encuentre Nala se dió cuenta y como tantas veces incluso para irse; me ayudó y me envió otro ángel… !Ainoha!.
Con el tiempo veo como se parecen, eran a la medida para mi; que si son iguales ¡NO!, Nala es única e irremplazable, pero de algo estoy segura desde mi interior, desde ese huequito en dónde la guardo o desde el arcoíris donde vive; ya le enseño a Ainoha como ser la ventana de mi alma.
Los días grises pasaron y sin embargo los recuerdos no me alcanzan para extrañarla, no hay un día que no la piense e incluso hoy si se fijan en mi maletín aun tiene su correa colgada…¡pero se nos ocurrió otra idea! la mejor forma de inmortalizar su recuerdo de hacerle un homenaje a todo este amor, y vamos a compartirlo con todos porque no podría ser solo para mí; todos tenemos derecho a tener eso que nos conecte con nuestros recuerdos más importantes “Un amor sin limites”.